Juan y el Hada
Erase una vez en un lugar muy muy lejano, había un castillo muy grande con muchas habitaciones. Era de noche y estaba todo muy oscuro y de pronto se oyó llorar...¿Quien será? ¿Por qué llorara? En una pequeña habitación apareció una luz resplandeciente.
-¡Oh!, es un niño quien llora, ¿por qué lloras pequeño? pregunto un hada que lo vio tras la puerta del cuarto donde se encontraba, sentado en un rinconcito. - Lloro porque me he perdido, dijo muy triste con lagrimas en los ojos, iba con mis papas de la mano cuando vi una mariposa y quise seguirla, me alejé de ellos sin darme cuenta y ahora estoy aquí sólito y no sé dónde están mis padres.
El hada, que se llamaba Margarita le dijo: - Yo te ayudare a encontrar a tus padres, no te preocupes. Y Juan, que así se llamaba el niño le respondió: - ¿De verdad me vas ayudar? -Claro que si, respondió Margarita. Pasaremos la noche aquí los dos juntos porque fuera esta todo oscuro y nos perderíamos y mañana con las primeras luces del día partiremos en busca de tus padres.
-¡Muchas gracias Margarita!, dijo Juan, a la vez que bostezaba de sueño. Se abrazaron para estar calentitos y así durmieron tranquilos toda la noche.
-¡Muchas gracias Margarita!, dijo Juan, a la vez que bostezaba de sueño. Se abrazaron para estar calentitos y así durmieron tranquilos toda la noche.
Cuando amaneció, emprendiendo el viaje para encontrar a los papas de Juan. Anduvieron mucho, pasaron un riachuelo lleno de peces y por fin llegaron al pueblo, Juan tenia sed y también hambre, pasaron por un puesto de manzanas y Juan vio que había algunas que se habían caído al suelo, se acercó y las recogió para dárselas al tendero. -¡Muchas gracias!, exclamó el tendero, por ser un niño tan bueno y educado te dejo que cojas las manzanas que tu quieras. ¡Gracias señor tendero!, exclamo Juan a la vez que cogía dos manzanas, una para el hada y otra para él.
Se sentaron a comer en una fuente que había en el centro del pueblo y mientras hablaban Juan vio a una mujer salir de una tienda llorando, Juan se acercó a ella y le preguntó: -señora ¿ Por que llora? Y cuando la mujer se dio la vuelta vio que era su mama. -¡Bien! ¡Por fin te he encontrado! La mama de Juan lo abrazo muy fuerte y le dijo que por favor no se fuese nunca más de al lado de sus padres que lo querían mucho y lo habían pasado muy mal sin saber dónde estaba ni si estaba bien o no. Juan les prometió a sus padres que nunca más se separaría de ellos.
Al llegar a casa le hicieron una fiesta y dieron las gracias a Margarita por ayudar a Juan a volver a casa. Juan nunca más se separo de sus padres y fueron felices para siempre.
Se sentaron a comer en una fuente que había en el centro del pueblo y mientras hablaban Juan vio a una mujer salir de una tienda llorando, Juan se acercó a ella y le preguntó: -señora ¿ Por que llora? Y cuando la mujer se dio la vuelta vio que era su mama. -¡Bien! ¡Por fin te he encontrado! La mama de Juan lo abrazo muy fuerte y le dijo que por favor no se fuese nunca más de al lado de sus padres que lo querían mucho y lo habían pasado muy mal sin saber dónde estaba ni si estaba bien o no. Juan les prometió a sus padres que nunca más se separaría de ellos.
Al llegar a casa le hicieron una fiesta y dieron las gracias a Margarita por ayudar a Juan a volver a casa. Juan nunca más se separo de sus padres y fueron felices para siempre.